El fotógrafo de Comunión ¿Cómo elegirlo?

¿Para contratar un fotógrafo de Comunión, nos sirve cualquier persona con una buena cámara?

¿Qué características debe tener para ofrecernos un buen reportaje de Comunión?

Hay varios aspectos que te interesa conocer para tenerlos en cuenta cuando elijas uno.

1. ¿Qué tipo de reportaje puedo pedirle a un fotógrafo de comunión?

Los reportajes se pueden agrupar en 2 tipos principales:

• Sesión de estudio
• Sesión en exterior

El reportaje de Comunión en estudio

La sesión de estudio suele utilizarse para realizar las fotos que luego servirán para hacer los recordatorios de comunión u otro tipo de detalles, como tazas, marca páginas, portarretratos…

Pero también para tener una sesión controlada en la que obtener retratos de calidad sin peligro de deteriorar el vestido o el traje de comunión.

Luego se puede hacer un álbum de comunión con más o menos creatividad, según la capacidad del estudio.

En las sesiones fotográficas de estudio se pueden utilizar esquemas de iluminación más complejos para crear atmósfera y emotividad en las imágenes.

Ten en cuenta que el ambiente en el que se realiza el reportaje influye mucho en la predisposición de los niños para hacer lo que se les pide sin estresarlos mucho.

El reportaje de Comunión en exteriores

A la mayoría de los niños les apetece más el aire libre que meterse en un estudio.

Una sesión fotográfica en exterior puede ser muy bonita, si se escoge bien el lugar y las condiciones climatológicas lo permiten. Sin embargo corres el riesgo de estropear el vestido, por lo que es conveniente hacer este tipo de sesiones después de la ceremonia.

Un fotógrafo de comunión con experiencia puede minimizar el riesgo, pero la posibilidad de rozar o manchar el vestido está ahí.

Si al final decides contratar un reportaje en exterior antes de la ceremonia, extrema las precauciones y advierte a tu hijo o hija de que tenga cuidado con el traje.

En «La Máquina Creativa» ofrecemos un pack de reportaje doble, en estudio y exterior 

2. El estilo fotográfico

El estilo fotográfico es ese «algo» que unifica el trabajo de un fotógrafo.

Es «eso» que notas en una imagen que te permite identificar al artista.

Pues bien, el estilo del profesional que contrates tiene que agradarte tanto estética como técnicamente.

En una palabra, que te guste el aspecto que tienen sus fotos.

Yo valoro así este tipo de trabajos (los reportajes de comunión con álbum) en su conjunto:

1. La estética general de las imágenes
2. La creatividad
3. La presentación de las fotos en el álbum
4. La calidad del acabado

3. ¿En qué consiste una sesión fotográfica de Comunión?

Está más o menos claro que el fin de una sesión es obtener una colección de fotos que reflejen la emoción de los niños, que muestren los detalles del vestido y los arreglos de las niñas, tener un retrato para el recordatorio y un álbum que forme parte de la historia familiar…

Total, unos cuantos disparos con la cámara y listo.

¿Tanto cuesta?

Déjame contarte desde mi experiencia como fotógrafo de comuniones:

Durante la sesión

• Hay que preparar las escenas en el estudio o buscar las localizaciones en exteriores.
• Se hacen un montón de disparos, pero solo unos pocos de cada escena son válidos. Ya sea por un desenfoque al moverse, tener los ojos cerrados, la boca abierta, una pose poco estética, expresiones de cara raras, etc.
• En el proceso los niños se van cansando y se hace complicado conseguir una toma buena.
• A menudo están abrumados por la cantidad de instrucciones que reciben –gira un poco la cabeza, levanta la barbilla, ¡no tanto!– incluyendo las de los padres (por favor, no hagáis esto. Demasiadas voces provocan falta de atención)
• Hay que mantener el peinado y la presencia del vestido en condiciones óptimas durante toda la sesión (es buena idea llevar un cepillo y peine a las sesiones)
• En los reportajes de exterior las condiciones lumínicas cambian y hay que reaccionar más rápido.

Después de la sesión

• Ahora toca filtrar las fotos «malas» y hacer una selección.
• La selección de fotos requiere de un revelado digital (una gran cantidad de ajustes que se realizan en el ordenador, y que son distintos para cada foto). Para este trabajo es necesario alguien con experiencia en tratamiento de imágenes.
• El conjunto resultante se maqueta en un programa de autoedición para componer las páginas del álbum. Se decide la posición y el tamaño de cada escena, para que sea un conjunto narrativa y estéticamente coherente.
• Si es necesario, se hacen las últimas correcciones de color para evitar saltos de tono demasiado bruscos en la misma página y quede más homogénea.
• Por último, se preparan y envían los archivos procesados al laboratorio para reproducir las imágenes en papel y encuadernar el álbum de comunión.

4. El presupuesto para el reportaje

Este es el argumento que más peso tiene en muchísima gente.

Sin embargo, como ya te he contado antes, hay otros factores que deberían considerarse en primer lugar.

La competitividad nos obliga a la mayoría de los fotógrafos a mantenernos dentro de unos rangos de precios similares. Cuando veas un precio más alto, asegúrate de entender bien lo que te ofrecen antes de descartarlo solo porque es el más caro.

De igual manera, cuando veas un precio muy bajo investiga:

• ¿El fotógrafo sabe cómo trabajar con niños?
• ¿El servicio lo ofrece un profesional o un amateur?
• ¿Has visto algún trabajo de muestra para evaluar el estilo?
• ¿Cuánto tiempo se dedica a la sesión?
• ¿Tienes claras las características del producto acabado (offset o revelado químico, cantidad y grosor de las páginas, tamaño del álbum, tipo de encuadernado, entrega y resolución de los archivos…)?
• ¿Qué plazo de entrega tiene?

Espero que esta lectura te sirva para elegir bien a tu fotógrafo.

Que paséis un día de Primera Comunión inolvidable.